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Mi cumple (I): ¡Huevada!


Miki (Jp), Jana, Michaela y Barbora (eslovacas), yo (Ñ), Martin (Eslovaco) y Mauricio (Mx).


El día de la fiesta de mi cumple (16 abril el cumpleaños, 19 abril la fiesta), después de la barbacoa que teníamos programada tocaba el turno a la huevada. Sinceramente, pensé que acabaríamos haciendo la guerra Mauricio, Teddy (Fr) y yo, es decir, los tres del cumpleaños.

De la comida, lo más reseñable fue cómo los chinos se dedicaban a hacer kotbullar (albóndigas) en la parrilla... .


Así que, acabado el almuerzo llegaba el momento de la verdad...y todo hacía indicar que Mauricio y yo seríamos los únicos en participar ya que Teddy se había ido a preparar el corridor para la fiesta de por la noche...sin problema, era nuestro cumpleaños y no podíamos defraudar a nuestro público (había más gente viendo que participando). Total, que el área de barbacoas donde queríamos hacerlo se llenó de suequitos y suequitas por lo que nos tuvimos que ir en dirección bosque. Eso sí, la suerte estuvo de lado y encontramos no sólo un sitio fantástico de unos 5 metros cuadrados y rodeado de árboles donde era imposible escapar, sino que además nos topamos con 4 eslovacos que querían participar. Y Miki (Jp) dio el paso y se apuntó.

Entonces, estábamos 3 chicos y 4 chicas...¡chicos contra chicas! (¡qué inteligencia oye!, ¡qué dotes de planificación!). Chicos a un lado, chicas a otro... el público a otro (teníamos un fotógrafo, Gilles (Fr), un cámara, Olli (Alem) y unos mirones, Aron (Suecia) y alguno más que seguro que se me olvida.

3,2,1... ahí está el tío llegando a la línea de separación que dividía ambos campos y que no se podía traspasar. Justo tras la cuenta atrás, con valentía salí corriendo a ponerme delante para que se viera quién era el más macho...¡y ahí me las llevé todas! Y nada hubiera pasado si no hubiera sido por el hecho de que los huevos no se rompían porque eran como piedras que chocaban contra tu cuerpo. Así que retirada totalmente escaldado, a por los huevos que no me habían dado y que no se habían roto. Tras unos segundos de huevo-pedradas y quejidos por todo lo que dolían, decidimos que habían que cascarlos antes de tirarlos... ¡menos mal! Me llevé varios días con moratones en todos lados, ¡y no sólo yo!.

Cuando se hubieron acabado los huevos, metimos mano a nuestros paquetes (de harina, malpensados) y ala, a rebozarnos en harina como boquerones.

Mauricio y yo estirando

El equipo de las chicas



Yo en postura defensivo-maricona:

Miki en postura superdefensiva:






Se acabaron los huevos, a por harina! ¡Ya sí se puede atravesar la línea!


Yo merendando harina




¡Gracias!



Mi vecino Martin
Chicas
Chicos



¡¡¡¡A por Mikiiiiii!!!!!!

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola Pepe:
Bueno sigo tu blog y ya veo que lo pasais genial. Pues adelante y aprovechar esos estumendos momentos¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡ !Feliz cumpleaños¡

Pepe dijo...

Lo pasamos genial, de eso no hay duda. Lo malo es que todo está llegando ya a su fin, pero si fuera más tiempo no sería tan especial.

Gracias por escribir

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